Rosario de madera

Descripción

Rosario de madera con 55 cuentas, correspondientes a las Avemarías (decenas de cuentas) y al Padre Nuestro.

Sobre los rosarios

Los rosarios se han utilizado desde la antigüedad para ayudar a contar las oraciones, más tradicionalmente el Rosario, ya que está muy ligado al catolicismo. Los tercios se asemejan a los Japa Malas tibetanos, aunque tienen 54 cuentas más una considerada el Meru o Gurú (la cuenta de vuelta a casa). En los Japa Malas existen las tradicionales 108 cuentas, aunque hay menos, pero el recuento siempre debe componer ese número. Puedes hacer lo mismo con un rosario. Aunque está muy ligado al catolicismo, debemos ser conscientes de que el rosario sirve como mantra u oración para todo lo que nos hace evolucionar, y no específicamente para rezar el rosario.

La palabra rosario procede del latín Rosarium, que significa “campo de rosas”. La rosa es una flor que tiene simbolismo cristiano, es un símbolo de las misiones. Cada vez que se reza un Ave María, se ofrece una rosa a la Virgen o a la Divinidad.

El Rosario es una oración en la que se reza el Ave María. Cada conjunto de diez Avemarías, precedidas por el Padrenuestro y seguidas por varias oraciones más sencillas y breves, se denomina decena. Al final, rezamos tres Avemarías más y un Avemaría.

Hay varios materiales utilizados en los rosarios, pero los de origen natural (creados naturalmente por la Madre Naturaleza) son más adecuados para almacenar la energía, especialmente de la oración o el mantra que se haya cantado. Sin olvidar que lo que realmente cuenta es la intención con la que lo hacemos, pero con esto también puedes recargar tu rosario de energía y utilizarlo para sanar u otros fines evolutivos. Puedes llevarlo contigo o ponerlo cerca y lo mismo ocurre con los Japa Malas. Un rosario o Japa Mala que no esté energizado de esta manera sólo tendrá el poder de los cristales, siempre que se limpien regularmente.

Cada rosario tiene una historia, un secreto y una oración, el rezo del rosario forma parte de nuestra vida, como pidió la Virgen de Fátima a los tres pastorcillos.

Hay varias piezas y todas varían en color, tamaño y textura, ya que son cristales naturales y únicos en su esencia.

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